domingo, 18 de mayo de 2008

“Vivir significa hoy, más que nunca, viajar; la condición espiritual del hombre como viajero de la que habla la teología es también una situación concreta para masas de personas cada vez más considerables. En las vertiginosas transformaciones del vivir, el regreso a sí mismo-material y sentimental-se vuelve más incierto; el Ulises actual no se asemeja al homérico o al joyceano, que al final vuelven a casa, sino más bien al dantesco que se pierde en lo ilimitado, o al de Li Sao de Chü Yüan, una peripecia ulisiana china, que al final ve su pueblo desde lo alto pero no puede regresar a él”.


Claudio Magris, fragmento de El infinito viajar