viernes, 3 de abril de 2009

Ningún lugar está aquí o está ahí

Todo lugar es proyectado desde adentro
Todo lugar es superpuesto en el espacio
Ahora estoy echando un lugar para afuera
estoy tratando de ponerlo encima de ahí
encima del espacio donde no estás
a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza
te apareces ahí sonriente otra vez
Aparécete ahí aparécete sin miedo
y desde afuera avanza hacia aquí
y haz harta fuerza
harta fuerza a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez
si reaparecemos los dos tomados de la mano
en el espacio donde coinciden todos nuestros lugares.

Poema de Oscar Hahn

Saudades portátiles

Cuando uno deja una ciudad
noche de olores negros
enroscada en escaleras
que conducen al infierno
donde un hombre solo
cuenta sus días hacia atrás y adelante
y una mujer nada contra la melancolía
Cuando uno deja una ciudad
callejones húmedos
umbrales sospechosos
habitaciones de espeso mal aliento
con una sola ventana sin visillos
por la que sólo entran los eclipses
el sol negro que alumbra a los poetas
y los amantes crujen y chisporrotean
como baile de ausentes en una casa abandonada
Cuando uno deja una ciudad para siempre
y el estampido del adiós suena en la boca
como un delicado suicidio
Cuando uno abandonapodría decir
y uno abandona y otro es abandonado
y nadie a quien mirar atráso solamente una persona única
que no alcanzamos a ver entre la multitud
y el avión comienza a corretear por la pistaentonces
el poema ha llegado a su fin
y uno sabe que nunca habrá de escribirlo
Todavía

Mario Trejo